Sí son para el verano
Yo no entiendo de vinos
Cuando hay una reunión, un almuerzo de trabajo, una celebración, es muy habitual tener que elegir vino de una carta. Y suele haber dos reacciones: quien sabe lo que quiere y quien dice que no entiende de vinos. Y de vino se puede saber, es un mundo amplio y complejo, pero también se puede disfrutar sin tener que ser un experto sumiller.
Lo mismo que sabes si te gusta más el pan integral o la cerveza tostada, sabes lo que te gusta de un vino. Así que lo importante al final es beberlo con gusto, eligiendo lo que sabes que te apetece o descubriendo caldos nuevos. Porque al final lo que cuenta es tener buena memoria; apuntar, mentalmente o incluso en una lista, lo que has probado y te ha gustado, para acabar definiendo si te decantas más por una D.O. concreta, por un tipo de uva, por una añada...
Si eres más de tinto o de blanco, si te gusta el amontillado o la garnacha, o los reservas...
No necesitas saber de vinos para disfrutar del vino. Basta con que sepas lo que te gusta y lo que no, y tengas un criterio propio, que al final es lo que cuenta.
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