

Sólo unas 4.000 botellas se elaboran cada año de este Perlarena. Un rosado con personalidad y carácter, un vino hecho para hacer disfrutar y para sorprender con su infinidad de matices.
Tiene un color asalmonado pálido, brillante, cristalino y claro. En la nariz nos da aromas a frambuesa, mandarina y anís, con recuerdos florales.
En boca destaca su excelente acidez y unas notas vibrantes y llenas de vida que elevan y aderezan una estructura amplia y voluminosa, un recorrido largo y una buena persistencia. Final potente, fresco, largo y aromático, que hace que apetezca seguir disfrutándolo.
Rosado con complejidad y mucho que decir.
Ficha técnica